YO, ME DECLARO POBRE

Como la mayoría de los jóvenes de este país, sea el que sea, ese matiz no lleva a ninguna diferencia en el resultado, soy titulado universitario, tengo trabajo temporal, no me he podido emancipar y si lo hago me tendré que hipotecar de por vida y por último pertenezco a lo que ahora tan simpáticamente llaman “ generación mil eurista”.

Como bien dice el título: yo, me declaro pobre, sí, sí pobre, un pobre, llamémosle atípico, porque aparentemente no me falta de nada. Tengo una casa donde vivir aunque los titulares son mis padres, tengo coche aunque este también lo es, tengo luz, calefacción, agua, gas, etc, gracias a que vivo con mis padres, si salgo a cenar o salgo de fiesta si puedo permitirme ciertos caprichos como por ejemplo ahorrar, es gracias a que vivo con mis padres y lo único que es titularidad mía es el salario que percibo como contraprestación de mi trabajo temporal, y es aquí, donde está la gracia de este miserable y conservador sistema. A pesar de que obtengo unas rentas por mi trabajo, estas son claramente insuficientes para mantenerme, para subsistir, es decir, o tengo un techo para cobijarme y no tengo de que comer en un mes ( eso sin contar, además, la luz, el gas, el teléfono, la gasolina, la ropa, el agua, la letra del coche…) o por el contrario tengo de que comer todo el mes pero no donde cobijarme, con lo cual no me queda mas remedio que quedarme en casa de los “ papas”, ya que comer prima mas. Es decir yo solo puedo vivir gracias al sustento y el amparo de mi familia.

¿Qué pasaría si, por circunstancias diversas, no pudiera contar con el sustento y amparo de mi familia? Para empezar me tendría que buscar un piso donde poder vivir, cerca del trabajo se tendría que descartar porque los precios serian mas elevados, aun siendo de alquiler, por tanto me tendría que alejar a coronas más lejanas para que el precio fuera mas barato, la primera consecuencia que se deriva de esta es, que necesitaría un medio de transporte privado, hoy día es condición casi necesaria tener vehículo propio para poder encontrar trabajo, con lo que me tendría que comprar un coche con sus correspondientes gastos fijos, después súmale todos los gastos de la vida cotidiana, en resumen con mi único salario no podría vivir de forma independiente, los gastos son mayores que mis ingresos, o soy yo, o aquí algo no cuadra. Una salida a este embrollo es juntar dos salarios uno para pagar la hipoteca y el otro para “comer”, pero: ¿qué pasa entonces con mi libertad para elegir el modo de vida? O trabajar mas horas, en el caso que puedas, y cobrar en negro o filigranas varias.

Las malas lenguas dicen que si los jóvenes nos dejáramos de tantos lujos, que me expliquen que se entiende por lujo ( ¿quizás una lavadora o quizás un microondas?), nos podríamos emancipar. Creo que esto, que se suele decir muy a la ligera, es totalmente injusto, por que decir en pleno siglo XXI que una lavadora o un microondas o yendo aun más lejos un ordenador es un lujo, me parece cuanto menos una barbaridad. La vida de los jóvenes, emancipados o no, no tiene nada que ver con la de la generación de nuestros padres, los tiempos son diferentes porque todo es diferente, el motor y dimensión social ya no son los mismos, el problema es que los salarios son muy bajos y la vivienda, principalmente, se lleva gran parte del salario debido a su elevado precio, ese es el problema. Estudias, te formas con el objetivo de amortizar la inversión y no ganas lo suficiente. En muchos casos no lo ves recompensado.

Por esto: yo, me declaro pobre, porque si me tuviese que mantener, yo, por mis propios medios, con mi salario, no podría, así que de momento habrá que seguir luchando para que tiempos mejores lleguen a todo hijo de buen vecino.